Solo para Reflexionar |
El joven entró con paso firme a la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuvieran.
El joyero le presentó uno muy bonito. El hermoso diamante, solitario, brillaba como un diminuto sol resplandeciente.
El joven contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó.El joyero no dijo nada, solamente ordenó a sus empleadas que se le hiciera al joven el descuento aquél que se hacia nada más a los clientes distinguidos...
Quien pueda decir cuánto ama, pequeño amor siente. (Petrarca)